En Yakarta, como muchas otras megaurbes, la desigualdad traza un mapa de contrastes sociales visibles en cada uno de sus rincones.
A los pies de imponentes distritos financieros y grandes centros comerciales se despliegan barrios chabolistas, conocidos como kampungs, que alojan a muchas familias que llegaron a la capital indonesia buscando oportunidades laborales que nunca les han sido concedidas.
Sobreviven con salarios de menos de 100€ al mes, pluriempleados y con nula estabilidad laboral, desarrollando sus rutinas en unas condiciones sanitarias y de higiene paupérrimas, que da como resultado la proliferación de enfermedades mortales entre los más jóvenes. En este contexto, surge otro gran síntoma de la decadencia en esta gran ciudad : la falta de cuidados paliativos para aquellos que tiene pocas posibilidades de sobrevivir y que tan sólo desean pasar sus últimos días sin dolor.
Este proyecto trata de realizar un viaje visual a las entrañas de Yakarta, en barrios donde enfermedades como el cáncer o el VIH condicionan el día a día de muchos hogares.
En el caso de aquellos jóvenes enfermos de cáncer, las escasas posibilidades de supervivencia borran de las familias un horizonte de esperanza, siendo esa misma esperanza la que les empujó en su momento, a desplazarse a la gran ciudad.
Por otro lado, aquellos niños portadores de VIH (por transmisión de sus padres) se enfrentan tanto a la falta de conocimiento sobre este tipo de enfermedades como al estigma de una sociedad muy conservadora. Esto provoca un cierto ocultismo sobre sus enfermedades, previniéndoles de tomar a tiempo determinadas medidas (como la toma de medicamentos) que podrían salvarles la vida.
Este proyecto no hace sino poner sobre la mesa aquellas familias de supervivientes que viven ocultas tras las sombras de una ciudad donde prima el ‘sálvese quien pueda’, y que mira al futuro en busca de prosperidad sin considerar a quienes se va dejando por el camino.